Querría aprovechar la oportunidad que me brinda este espacio para compartir con vosotros algunos de los secretos que descubrí durante mi viaje hacia el interior de aquella papelera a rebosar...
...
Tod@s tenemos nuestros propios miedos; - lo sabemos -.
Aquel lugar estaba habitado por seres de otra naturaleza, pequeños monstruos, que como llegaron a confesarme más tarde, también; - a veces -, llegan a sentir miedo...
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En el fondo, tod@s compartimos un mismo corazón, una misma alma de cartón
; )
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¿Cuáles son los límites del reciclaje?
Rollos de papel?
Papel de baño?
Por qué no...?
He escogido este material por varias razones; entre otras, el hecho de que es uno de esos productos que forman parte indeleble del paisaje cotidiano de cualquier hogar. Estos pequeños monstruitos están pensados para jugar con los peques del hogar, con esos otros "monstruitos" a los que tanto queremos. Serán la excusa perfecta para jugar y compartir un buen rato con ell@s.
Considero que una buena forma de aprender a reciclar y valorar lo que eso supone es poner el acento en el aspecto lúdico del reciclaje, para subrayar e incidir más si cabe, en los beneficios que de ello pueda resultar.
Por mi parte, he conseguido que algo destinado a ir a parar al contenedor azul, terminé en un lugar diferente, inesperado.
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